
¿Cómo lidiar con la frustración?
Cuando estamos preparando oposiciones, es normal encontrarse con momentos en los que parece que nada fluye: los temas no entran, los casos prácticos se atragantan o la motivación brilla por su ausencia. Esa sensación de bloqueo puede generar frustración, inseguridad e incluso hacerte dudar de tu capacidad.
Lo curioso es que, cuando llegan esos momentos de bloqueo, solemos castigarnos más de la cuenta: “no valgo”, “no estoy hecho para esto”, “voy a suspender”. Pero ¿y si te decimos que el bloqueo no es un signo de debilidad, sino una señal de que tu mente necesita un respiro?
Lo primero que debes saber es que es completamente normal. No significa que no vayas a conseguir tu objetivo, sino que tu mente y tu cuerpo están pidiendo un reajuste o un pequeño descanso.
Salir de esos atascos no va de apretar más, sino de cambiar de estrategia. A veces basta con:
Levantarte y dar un paseo de diez minutos.
Poner música que te saque de la rutina.
O incluso cambiar de tema de estudio para que tu cerebro respire.
Lo importante es no identificar el bloqueo con fracaso. Todos lo vivimos, todos nos frustramos. La diferencia está en cómo respondemos. Si lo ves como un enemigo, te hunde. Si lo entiendes como parte natural del camino, aprendes a gestionarlo.
Recuerda que pausar también es estudiar y que cada bloqueo superado es un recordatorio de que sigo avanzando.
De manera que, si en algún momento te sientes que estás inmerso en esa situación de bloqueo, puedes intentar seguir los siguientes pasos:
Acepta el bloqueo como parte del proceso
En lugar de luchar contra él, reconoce que los bloqueos son una fase más del camino. Todos los opositores pasan por ahí. Aceptarlo te quita presión y te permite verlo con más perspectiva.
Cambia el foco
Si un tema o un ejercicio se atasca, pasa a otro. Avanzar en otra materia te ayudará a recuperar confianza y evitará quedarte estancado.
Introduce pausas conscientes
No todo es estudiar sin parar. El descanso de calidad (un paseo, deporte suave, meditación o simplemente desconectar) ayuda a que tu cerebro procese la información de forma más eficiente.
Ajusta tus expectativas
A veces la frustración viene de querer abarcar demasiado. Revisa tu planificación: ¿es realista? ¿Puedes dividir el trabajo en objetivos más pequeños y alcanzables?
Habla y comparte
El aislamiento aumenta la frustración. Hablar con tus preparadoras, compañeros de oposición, familiares o amigos que te apoyen puede ser un gran desahogo y darte nuevas perspectivas.
Recupera la motivación inicial
Vuelve a recordar por qué empezaste. Escribe tus razones, visualiza la meta y piensa en lo que supondrá conseguir esa plaza. Esa chispa puede ayudarte a retomar el camino con más fuerza.
